Tengo la sensación que desde desde el inicio de los tiempos hasta ahora, la humanidad no consiguió romper con este tipo de estereotipos de contenido racista y discriminatorio. Hoy -tal vez- tengan otras formas y estén mas "lavados" pero en el fondo siguen siendo inmutables. Para el pobre San Martín de Porres la vida no fue un lecho de rosas y no debido a su falta de capacidad sino sólo por su color de piel. Imagen de la Catedral de Buenos Aires.